Los precios de la economía se están ajustando rápidamente luego de la devaluación del peso frente al dólar durante esta semana.
En agosto, la devaluación del tipo de cambio oficial mayorista, que en los primeros once días corría a un ritmo del 16% mensual, la incorporación de impuestos para la importación de bienes y servicios, la devaluación de esta semana del 22% y la evolución de la cotización del dólar en el paralelo, está llevando a fuertes alzas de precios de hasta el 25%”, explicó Damián Di Pace, director de la firma.
Se observa que en el interior del país el consumo masivo acumuló un retroceso de 5,6%, mientras que en el área Metropolitana fue del 7,6%. “Todas las familias de productos retroceden. Alimentos, Cuidado Personal y Limpieza son las de mayor retroceso en consumo en el acumulado del año. Bebidas, por su parte, es la que menor caída presenta, recuperando peso en la facturación del canal”, detalló.
La elevada inflación es, lógicamente, uno de los factores que presiona sobre el consumo. “Los precios de la economía se están ajustando rápidamente luego de la devaluación del peso frente al dólar durante esta semana. A su vez, los acuerdos de precios se han vencido el pasado lunes comenzando una nueva etapa de acuerdos que avanzaron entre proveedores de consumo masivo, grandes cadenas de supermercados, director de Aduana y Secretaría de Comercio, a contraparte de habilitar el acceso al mercado único y libre de cambios para importar y obtener beneficios impositivos», explicó Di Pace.
Para la CAME, las ventas minoristas pymes descendieron por séptimo mes consecutivo en julio, “al ubicarse 3,6% por debajo del mismo mes de 2022, en la medición a precios constantes”. “En los primeros siete meses del año el comercio acumula una caída de 1,6%. También en la comparación mensual, se vendió 3,2% menos que en junio”, detallaron desde la entidad.
La aceleración de la inflación prevista para agosto y los próximos meses, producto de la devaluación, supondrá un obstáculo para la recuperación de la demanda interna. “El hecho de que se acelere la inflación, le va a pegar al consumo. Esto lleva a un empobrecimiento generalizado de la gente y sobre todo de aquellos que tienen menos para gastar, menos ingresos. Si sos más pobre, podés comprar menos”, explicó a Ámbito Aldo Abram, Director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso. Fuente Ambito.com