Según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.
En Argentina históricamente el productor primario además de sufrir los embates de la naturaleza tiene que lidiar con la cadena de distribución y los grandes compradores que son quienes deciden y definen el valor de su producción, en octubre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino); es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor. En promedio, la participación del productor explicó el 25,4% de los precios de venta final, apenas un 2,8% más con respecto al mes anterior. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (50,7%), mientras que la menor fue para los de mandarina (10,8%).
Los productos con mayores brechas entre lo que recibe el productor y lo que paga el consumidor en la góndola fue para la mandarina (9,2 veces), la cebolla (7,7), la manzana roja (7,4), la pera (6,6) y la lechuga (6,6), fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino. Para graficar en pesos la brecha, por un kilo de mandarina el productor recibió $160, mientras que el consumidor pagó $1.479; por un kilo de papas el productor recibió $365 y el consumidor pago $1.763.

Según la CAME en octubre, los precios se vieron afectados por la recuperación de los niveles de producción. Las lluvias y la normalización de las temperaturas han incrementado la disponibilidad de productos frutihortícolas, provocando una reducción en sus precios, pese a que la demanda se mantiene baja.